A pesar de permanecer en el anonimato, el empresario chileno Isidoro Quiroga ha sabido construir una carrera sólida que le permite abrirse paso en multifacéticos mercados, y cuyo renombre es merecedor de respeto y admiración entre sus colegas empresarios, tanto así, que puede llegar a causar intimidación cuando de rivales se trata.
Su país natal lo vio crecer como diamante en bruto; pero fue hasta que su primera ingeniosa inversión en kiwi, importado de Estados Unidos, lo catapultó nacionalmente en el mercado agrícola. El éxito fue tan rápido e instantáneo que le fue fácil ganar la confianza en mercados que dudaban de su jovial experiencia.
Su próximo objetivo fue adentrarse en el mundo de la energía y de la minería, lo que le permitió dirigir algunas de las compañías de producción y distribución de energía más importantes de la región, como Soquimich y Empresa Eléctrica Pilmaiquén S.A.; y en cuanto a las mineras, fue instrumento esencial en las empresas Andacollo Gold, situada entre Chile y Argentina, y Junior Investment Company, con base en Australia, donde hacen parte del holding Asesorías e Inversiones Benjamín S.A. Esta última ha sido la cuna de su legado, ya que su familia heredó y se crió viendo a un gran referente, como lo es Isidoro Quiroga. Desde aquel entonces, en la sociedad participan sus hijos, en especial los dos mayores, con quienes trabaja codo a codo en las empresas que tras los años son representativas de la economía chilena.
Tiempo después, se involucró en Australis Seafoods, una de las mayores empresas exportadoras de salmón del mundo, cambiando y mejorando su sistema de producción gracias a sus constantes inversiones y a su capacidad de liderazgo; incluso la empresa nunca perdió su reconocimiento a pesar de la crisis del 2017 con la anemia infecciosa del salmón; por el contrario, se consolidó aun más y logró salir victoriosa ante el panorama desalentador. El tiempo transcurrió, y pese a tener un sello que lo representaba con la empresa, vendió la salmonera al grupo inversor chino Joyvio, una operación que marcó un gran hito comercial.
Pero no fueron solo sus éxitos en la empresa las que caracterizaron el paso de Isidro Quiroga por la salmonera, sino también su respuesta y gestión de crisis. En el 2017, Chile sufrió la anemia infecciosa del salmón (también conocida como virus ISA) que produjo pérdidas enormes en la industria. Quiroga no solamente no retrocedió ante el golpe, sino que redobló la apuesta, invirtiendo en mejor tecnología para salir de la crisis. Tan exitosa fue la estrategia que ese mismo año logró que la empresa ingresara al Mercado de Valores de Santiago de Chile.
No cabe duda que los negocios exitosos son parte del sello representativo que caracteriza al magnate, como si se tratara de una suerte mágica, el empresario sabe dónde, cómo y en qué invertir o vender, pues, cualquiera sea la elección, parece casi predecible el éxito de la operación. No obstante lo anterior, la carrera del empresario no ha sido siempre un camino sin baches, sin embargo, es su carácter de ponerle frente a los problemas, su sabiduría y su perspicacia, las cualidades que le permiten mantenerse firme ante una tormenta.
A su edad, decidió hace poco aventurarse en un nuevo reto con prometedores resultados, esta vez, puso su ojo de águila en un mercado que sorprendió a quienes le siguen el paso, pues decidió irse al país que nunca descansa, Estados Unidos, específicamente Silicon Valley, lugar que inspira grandes creaciones tecnológicas e innovación digital, y en donde se esperan grandes cambios con la llegada del empresario.
